En el barrio de Argüelles, Galdós se instaló en la actual calle de Alberto Aguilera número 70, esquina con la calle Gaztambide.
En su vejez se muda a un pequeño hotel del número 7 de la calle Hilarión Eslava, donde murió el 3 de enero de 1920. Fue enterrado en el cementerio de la Almudena, donde se puede visitar su tumba con una placa a la memoria del escritor.
¿Cómo llegar?
Es facil llegar tomando la línea 110, ya que nos deja justo en el cementerio.
En este blog podrás encontrar toda la información necesaria para realizar la ruta literaria en la que descubrir los puntos de Madrid en los que Benito Perez Galdós se inspiró para escribir sus novelas.
domingo, 9 de octubre de 2016
El Barrio Burgués
El siguiente destino de la visita es el Barrio de Salamanca. Galdós también vivió aquí, en el nº 8 de la Calle Serrano. El lugar exacto donde se situaba su casa actualmente no responde a esa dirección, sino a el número 22, esquina con la calle Jorge Juan. Desde aquí Galdós pudo observar la construcción de lo que sería la Biblioteca Nacional.
No muy alejado de este domicilio encontró la que sería su próxima vivienda en el número 2 de la Plaza de Colón, en la esquina que da al final de Recoletos y el principio de la Castellana. Fue destruido en el siglo XX.
¿Cómo llegar?
Desde la línea 4 del metro se puede acceder a la calle Serrano.
Actual Biblioteca Nacional. |
No muy alejado de este domicilio encontró la que sería su próxima vivienda en el número 2 de la Plaza de Colón, en la esquina que da al final de Recoletos y el principio de la Castellana. Fue destruido en el siglo XX.
¿Cómo llegar?
Desde la línea 4 del metro se puede acceder a la calle Serrano.
sábado, 8 de octubre de 2016
Gran Vía y alrededores
Galdós se muda a una pensión en la Calle del Olivo (localizada entre la Gran Vía y Arenales) en 1863. De aquí se inspiró para crear la "Pensión de doña Virginia" en su obra El Doctor Centeno (1883)
Muy cerca se encuentra la calle Fuencarral, donde Galdós ambientó su novela El crimen de la calle Fuencarral
También cerca, se puede visitar la librería Pérez Galdós situada en la calle Hortaleza, número 5. Este punto es interesante porque abrió sus puertas en 1942 de la mano de los herederos del mismo Galdós. Además, subiendo la calle a poca distancia, se encuentra la calle con el nombre del escritor.
A tan solo veinte minutos caminando de aquí se puede hacer una parada en el Café Galdós, calle de los Madrazo, número 10, cercana al barrio de las Letras.
También muy cercana al barrio de las Letras, a doce minutos caminando se encuentra la Calle de la Magdalena, que enlaza la Plaza de Tirso de Molina con la calle Atocha. Esta es otra localización recurrente en las novelas de Galdós, como Fortunata y Jacinta.
«Sale, se dirige a la calle de la Magdalena, y se para ante el escaparate de la tienda de tubos, obedeciendo a esa rutina del instinto por la cual, cuando tenemos un encuentro feliz en determinado sitio, volvemos al propio sitio creyendo que lo tendremos por segunda vez. ¡Cuánto tubo!, llaves de bronce, grifos, y multitud de cosas para llevar y traer el agua... Detiénese allí mediano rato viendo y esperando.»
Muy cerca se encuentra la calle Fuencarral, donde Galdós ambientó su novela El crimen de la calle Fuencarral
También cerca, se puede visitar la librería Pérez Galdós situada en la calle Hortaleza, número 5. Este punto es interesante porque abrió sus puertas en 1942 de la mano de los herederos del mismo Galdós. Además, subiendo la calle a poca distancia, se encuentra la calle con el nombre del escritor.
A tan solo veinte minutos caminando de aquí se puede hacer una parada en el Café Galdós, calle de los Madrazo, número 10, cercana al barrio de las Letras.
También muy cercana al barrio de las Letras, a doce minutos caminando se encuentra la Calle de la Magdalena, que enlaza la Plaza de Tirso de Molina con la calle Atocha. Esta es otra localización recurrente en las novelas de Galdós, como Fortunata y Jacinta.
«Sale, se dirige a la calle de la Magdalena, y se para ante el escaparate de la tienda de tubos, obedeciendo a esa rutina del instinto por la cual, cuando tenemos un encuentro feliz en determinado sitio, volvemos al propio sitio creyendo que lo tendremos por segunda vez. ¡Cuánto tubo!, llaves de bronce, grifos, y multitud de cosas para llevar y traer el agua... Detiénese allí mediano rato viendo y esperando.»
¿Cómo llegar?
En metro se puede llegar con las líneas 1 y 5.
También se puede llegar andando desde los puntos anteriores de la visita, ya que la Puerta del Sol se encuentra muy cerca.
jueves, 6 de octubre de 2016
Inicio de la ruta: Galdós llega a Madrid.
Este es el inicio de nuestra visita. Aquí es donde Galdós se alojó al llegar a Madrid. De aquí podemos pasear atravesando la calle Arenal hasta llegar a la Puerta del Sol: uno de los puntos más recurrentes en sus novelas.
Lo cita en su obra Memorias de un desmemoriado, junto al Teatro Real, que se situaba muy cerca de su casa:
«Frecuentaba el Teatro Real y un café de la Puerta del Sol, donde se reunía buen golpe de mis paisanos.»
Muy cerca de aquí encontramos la plaza de Pontejos, donde se encuentra la residencia de los Santa Cruz y de su vecina, Doña Guillerma Pacheco en Fortunata y Jacinta
Desde aquí tenemos un agradable paseo de un kilómetro aproximadamente, donde atravesamos el Madrid de los Austrias: escenario donde se ambienta en gran medida la obra Fortunata y Jacinta (Plaza Mayor, Calle Toledo, Cava Baja) hasta llegar a la Calle Tabernillas, donde vivió Fortunata en la etapa en que es mantenida por Evaristo Feijoo.
¿Cómo llegar?
En metro se puede llegar a Sol por tres líneas: la 2, la 3 y la 1.
A poca distancia de aquí, en la calle Victoria, se encuentra el bar que da nombre a la primera novela de Galdós: La Fontana De Oro. Aquí nos podemos sentar y tomar un café o una cerveza, ya que hoy en día sigue siendo un bar.
Así describe Galdós este espacio:
«En la Fontana es preciso demarcar dos recintos, dos hemisferios: el correspondiente al café y el correspondiente a la política. En el primer recinto había unas cuantas mesas destinadas al servicio. Más al fondo, y formando un ángulo, estaba el local en que se celebraban las sesiones. Al principio, el orador se ponía en pie sobre una mesa, y hablaba; después, el dueño del café se vió en la necesidad de construir una tribuna... Por último, se determinó que las sesiones fueran secretas, y entonces se trasladó el club al piso principal. Los que abajo hacían el gasto, tomando café o chocolate, sentían en los momentos agitados de la polémica un estruendo espantoso en las regiones superiores..., temiendo que se les viniera encima el techo, con toda la mole patriótica que sustentaba...»
La Fontana de Oro, Benito Pérez Galdós
Además de La Fontana de Oro, en la misma Puerta del Sol podemos encontrar el Café Universal: un lugar de reunión y tertulia muy recurrido por Galdós.
Lo cita en su obra Memorias de un desmemoriado, junto al Teatro Real, que se situaba muy cerca de su casa:
«Frecuentaba el Teatro Real y un café de la Puerta del Sol, donde se reunía buen golpe de mis paisanos.»
«Los de Santa Cruz vivían en su casa propia de la calle de Pontejos, dando frente a la plazuela del mismo nombre.»
Desde aquí tenemos un agradable paseo de un kilómetro aproximadamente, donde atravesamos el Madrid de los Austrias: escenario donde se ambienta en gran medida la obra Fortunata y Jacinta (Plaza Mayor, Calle Toledo, Cava Baja) hasta llegar a la Calle Tabernillas, donde vivió Fortunata en la etapa en que es mantenida por Evaristo Feijoo.
Desde la Puerta del Sol, bajando toda la Calle Mayor, llegamos a la Calle Bailén, donde se encuentra el Viaducto, que aparece en Miau, La Desheredada y La Misericordia.
«... creyó volverse loca en aquel mismo instante, soñando como único alivio a su desatada pena salir de la casa, correr hacia el Viaducto de la calle de Segovia y tirarse por él»
Miau,1888
«Una sombra lúgubre que sobre la calle se proyectaba les hizo alzar la vista, y vieron la mole del viaducto en construcción, un bosque de andamios sosteniendo enorme enredado de hierro. Cuando este puente se acabe –dijo Relimpio en tono de mucha autoridad–, no servirá sino para que se arrojen de él los desesperados.»
La desheredada,1881
«Una cosa tremenda. Estoy que no vivo. Soy tan desgraciada, que si tú no me amparas me tiro por el viaducto... como lo oyes.»
Misericordia,1897
Bajando por la Calle Segovia vamos a parar al río Manzanares, donde Galdós se inspiró para ambientar nuevamente Fortunata y Jacinta
«Siguió ella tras el entierro, y al llegar a la parte baja de la calle de Toledo, tomó a la derecha por la calle de la Ventosa y se fue a la explanada del Portillo de Gilimón, desde donde se descubre toda la vega del Manzanares. Harto conocía aquel sitio, porque cuando vivía en la calle de Tabernillas, íbase muchas tardes de paseo a Gilimón, y sentándose en un sillar de los que allí hay, y que no se sabe si son restos o preparativos de obras municipales, estábase largo rato contemplando las bonitas vistas del río.»
¿Cómo llegar?
En metro se puede llegar a Sol por tres líneas: la 2, la 3 y la 1.
martes, 4 de octubre de 2016
Benito Pérez Galdós
Vida: Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español.
Décimo hijo de un coronel del ejército, Sebastián Pérez, y de Dolores Galdós, una dama de origen guipuzcoano de fuerte carácter e hija de un antiguo secretario de la Inquisición.
Su padre le aficionó a los relatos históricos contándole pasajes y anécdotas vividos en la Guerra de la Independencia.
En 1852 ingresó en el Colegio de San Agustín, en el barrio de Vegueta de Las Palmas de Gran Canaria.
Obtuvo el título de bachiller en Artes en 1862, en el Instituto de La Laguna (Tenerife), donde había destacado por su facilidad para el dibujo y su buena memoria.
COMO LLEGÓ A MADRID
-Llegó a Madrid en septiembre de 1862, se matriculó en la universidad y tuvo por profesores a Fernando de Castro, Francisco de Paula Canalejas, Adolfo Camús, Valeriano Fernández y Francisco Chacón Oviedo.
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